Quim Pérez
Ilustración Jorge Fornés
Clement está convencido de que cuando hacemos el
amor yo me imagino que lo estoy haciendo con otra persona.
No con cualquier otra persona sino concretamente con su
hermano Maurice. Por ello, en ocasiones quiere hacerlo con
la luz encendida o las persianas subidas, supongo que para
que la luz disipe cualquier confusión entre él y Maurice. Pero
yo nunca he pensado en Maurice. Ni siquiera cuando me
lo he propuesto, mientras Clement me excitaba el clítoris
para hacerme llegar al orgasmo y cerraba los ojos entre ge-
midos, no lograba imaginar a Maurice encadenado a mi sexo
ocupando el lugar de su hermano sino a Clement. Lo juro.
Tampoco hubiera sido nada, pero nada extraño que
fantasease con Maurice mientras follaba con Clement ya
que ambos son hermanos gemelos. Las gotas de agua fue el
apodo que les dio mi hermana Camille. Pero no lo he hecho.
Lo vuelvo a jurar.
Otra cosa diferente es que me imagine haciendo el amor
con ambos a la vez o, si se quiere, con un amante desdo-
blado. Entonces sí que debo darle toda la razón a Clement.
En esos momentos, no sé si la mano que oprime mis senos
corresponde a Clement o a Maurice. Otro tanto debo decir
del pene que me penetra, y de las nalgas que aprieto.
Relato publicado en PERVERSIONES
Esos pensamientos cuando estamos jugando... es parte del morbo pero el peligro es q sea algo normal
ResponderEliminarNo hay duda que la imaginación es la erección del pensamiento.
ResponderEliminarNos leemos.
Saludos.