Se despidió de sus amigos y familiares. Me voy, será un viaje largo y no sé cuándo volveré, les dijo. Nadie se extrañó. Vivía solo y era excéntrico. Liquidó la cuenta corriente. Con el dinero, reformó su piso. Se deshizo de todo el mobiliario y de todas sus cosas. Mandó forrar las paredes y el techo con espejos. Luego llenó el suelo de colchones, y así lo convirtió en una cama gigantesca. Cuando terminó los preparativos, se quitó la ropa. Allí permaneció, entregado a la persona que amaba, a la única que le excitaba. Encontraron su cuerpo varias semanas después, al forzar la puerta. Había muerto de éxtasis.
guuuuuuuuuuuuuuauuuuuuuuuuu
ResponderEliminarBuen post,me encantó soy un narcisista ipsofilico me ha gustado muchísimo este relato, me gustaría poder leer mas.
ResponderEliminarSíiii....
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