Ya en el ascensor tiro de tu chaqueta saltando los botones. Sonríes divertida y apenas aciertas a abrir la puerta mientras te muerdo el cuello, recorro tu vientre y giro hasta tu culo. Ni te das cuenta de que he hecho tres carreras en tus medias. Levanto tu falda y sigo desgarrando licra al morder el interior de tus muslos. Te estremeces al notar mi aliento, y tiro con fuerza de tus bragas. Son resistentes y muerdo. No se rompe, no ceden, me pides que siga, pero la tela no se rompe. Tiro con más fuerza, me gritas que te hago daño, que ya te lo quitas tú… Pero así no es lo mismo. Así no sirve. Y tengo que parar, y me marcho, y no nos vemos más porque tus bragas sólo se han dado de sí, y yo necesitaba escuchar su crujido.
Me pregunto si debería empezar a llevar navaja.
Mil gracias!
ResponderEliminargenial, me encanta, me...
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