¡Atención! Este blog puede herir o estimular tu sensibilidad.

9.4.10

Proporcionarle placer

Alberto García Salido
Cuando se conocieron le aseguró que el amor no requería manos.
Él se dejó hacer.
Le convenció al casarse que los brazos eran estorbo y, apenas un año más tarde, prepararon las piernas por ser amenaza de huida.
Tumbado en la cama se convirtió en un muñeco sin miembros diseñado para proporcionarle placer.
Fue feliz hasta que ella sacó las tijeras y señaló el último apéndice que le quería comer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario